Por Ricardo Adolfo Vargas-Hernández
Los avances en la tecnología, de una u otra manera, terminan permeando las bibliotecas bien sea en mayor o menor medida. Por estos días se han puesto de moda los drones, simplemente un juguete tecnológico para usuarios avanzados. Para otros, puede ser una oportunidad de explorar nuevos usos o de implementar una idea de negocio. Distinto al uso militar, donde nacieron estos aparatos.
Pero ¿qué es un dron? Sencillamente es un vehículo no tripulado controlado por un mando a distancia. Puede llevar toda una gama de accesorios, desde cámaras hasta brazos que le permiten interactuar de diferentes maneras con su entorno.
En América Latina ya se puede conseguir esta tecnología de manera incipiente y en muchos casos más como un juguete. ¿Pero cómo se utilizaría en una biblioteca? Esta es la pregunta que se hacen muchos colegas como Fernando Gutiérrez, Julián Marquina, Jordi Serrano y Marcos Ros Martin. Ellos exponen diferentes puntos de vista en sus respectivos blogs, los cuales dejamos a su consideración.
Dentro de los posibles usos que se le podría dar dentro de la Biblioteca Octavio Arizmendi Posada, enmarcándolo en el contexto de su espacio físico (campus universitario) pueden ser:
- Traslado de material bibliográfico (entrega y recepción) entre la Biblioteca y los edificios del campus, de la Clínica Universitaria y del Inalde.
- Fotografía área de la Biblioteca para su difusión en medios impresos y electrónicos.
- Préstamo de drones para la investigación y desarrollo de nuevos usos o productos, por parte de profesores y estudiantes.
- Vigilancia diurna y nocturna del edificio de la Biblioteca.
Los anteriores son algunos ejemplos del uso de esa tecnología en una biblioteca. Dejo también el enlace de una biblioteca universitaria que ya usa los drones.
¿Qué otras ideas se les ocurren para usar un dron en una biblioteca?
bibliosabana.wordpress.com 